¿Cuáles son los tiempos de tramitación en expedientes de extranjería?

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¿Cuáles son los tiempos de tramitación?

Carga de trabajo, cantidad de personal, época del año, dificultad del expediente a tramitar… Son muchos los factores que influyen en el tiempo de resolución de cualquier proceso con la Administración pública.

En el caso de los asuntos relacionados con extranjería, la cuestión se complica todavía más, porque los solicitantes suelen contar con periodos de tiempo muy ajustados a la hora de obtener permisos, visas, etc.

Entonces, ¿qué tiempos se manejan habitualmente en España? La realidad es que no es posible dar un número exacto. El Ministerio de Interior tiene publicados los plazos de resolución de procedimientos y los abogados se basan en ellos para hacer estimaciones que pueden estar sujetas a cambios dependiendo de diversos factores.

Factores que afectan a los tiempos de tramitación de expedientes de extranjería

Lo primero que hay que conocer son los factores que van a marcar, de manera definitiva, el tiempo de espera que el usuario va a tener que afrontar. En general, quienes más experiencia tienen en el contacto con las oficinas de extranjería establecen dos elementos fundamentales:

• Tipo de solicitud: no es lo mismo renovar una residencia que solicitar asilo en el país. Tampoco una autorización de trabajo se demora tanto como una reagrupación familiar. La solicitud que haga el usuario hará que la resolución de los trámites se ajuste a unos tiempos de espera distintos.

• Oficina de extranjería: este punto es más azaroso, ya que dependerá del volumen de trabajo de la oficina, el número de trabajadores o la tesitura actual por la que pase. Por lo general, las situadas en ciudades grandes como Madrid o Barcelona suelen tener unos plazos más largos.

A continuación te mostramos una tabla ilustrativa en la que se indican cuáles son los tiempos de tramitación según la provincia y el tipo de expediente que se quiera tramitar:

Tiempos medios de espera para trámites de renovación

Renovar un permiso o autorización ya otorgada anteriormente es, como se puede imaginar, lo más fácil. Los funcionarios se basan en un trabajo anteriormente realizado y, por tanto, no tienen que hacer un estudio profundo de la documentación.

Además, este tipo de trámites de renovación suelen estar muy pautados y protocolizados. Por ello, solicitudes como la renovación de la residencia, la reagrupación familiar, el permiso de trabajo, etc., suelen resolverse relativamente pronto.

Aun así, se puede hablar de trámites de corta duración y de larga duración.

Tiempos de espera para trámites de corta duración

Se consideran trámites de corta duración aquellos que deben ser resueltos en un plazo nunca superior a 90 días.

En esta sección específica, las provincias con un menor plazo de espera son Guadalajara y Jaén, con una media de nueve días de espera por expedientes.

En el lado opuesto de la tabla se sitúan las provincias de Asturias, Gipuzkoa o Lleida, en las que los plazos son rebasados y las resoluciones pueden llegar incluso a los cien días.

Tiempos de espera para trámites de larga duración

Por larga duración se entienden aquellos escenarios en los que los ciudadanos extranjeros obtienen noticias de parte de la Administración pasados 90 días.

En este caso, se observa una mayoría de provincias que, pese a ello, entregan la respuesta en un tiempo inferior o igual a 90 días.

Destacan especialmente los casos de Cádiz y Cantabria, con un periodo medio de 16 días, uno de los tiempos de tramitación en expedientes de extranjería más llamativos de todo el país.

Estrategias para reducir los tiempos de espera

Lo cierto es que, una vez que se entrega el expediente, este queda en manos de los funcionarios y, por tanto, fuera de nuestro control.

Obviamente, sí que puede hacer algo: preparar perfectamente toda la documentación de su solicitud para que no haya que solventar errores que retrasen el estudio del papeleo. Este es un escenario muy común, sobre todo personas que buscar agilizar el expediente de la nacionalidad española.

En ese sentido, contar con un abogado especializado en extranjería suele ser la clave, ya que estos profesionales están familiarizados con este tipo de expedientes y saben qué hay que aportar y de qué manera para que los funcionarios no encuentren piedras en el camino.

En resumen, los ciudadanos extranjeros pueden tener en cuenta estos consejos para reducir en lo posible su espera:  

• Revisar los requisitos

• Presentar la documentación completa y correcta

• Consultar con un experto

Evolución de los tiempos de tramitación

En los últimos años, y especialmente a consecuencia de la pandemia de 2020, los plazos en los tiempos de tramitación han fluctuado muchísimo. Esos meses de parálisis hicieron que muchas administraciones acumularan expedientes sin resolver.

Ante esto, algunas han podido ponerse al día, mientras que otras sedes continúan con algo de retraso.

Este es un ejemplo de cómo un hecho completamente ajeno a la Administración ha hecho que se registren grandes fluctuaciones en los periodos de resolución entre 2019 y 2024.

¿Qué hacer si tu expediente está retrasado?

Aunque conviene insistir en la idea de que es algo que depende de la Administración, el usuario puede llevar a cabo las siguientes comprobaciones:

• Consultar a un abogado: los abogados de extranjería pueden iniciar algún tipo de petición en aquellos escenarios en los que los expedientes se hayan retrasado de manera injustificada.

• Verificar el estado del expediente: gracias a la Administración digital, muchas oficinas de extranjería permiten que los usuarios puedan comprobar fácilmente el estado de su solicitud.

• Contactar con la oficina de extranjería: cuando la herramienta anterior no está disponible y se ha superado el plazo máximo, una opción es llamar directamente a la oficina. Un funcionario podrá, así, revisar el expediente y comprobar que no haya habido algún problema.

¿Qué puede hacer un abogado hacer reducir los tiempos de tramitación?

En relación con la actividad diaria de la oficina pública, no hay mucho que se pueda hacer. No obstante, el profesional del derecho conoce generalmente cómo funcionan las oficinas de su zona y eso le permite llevar a cabo unas acciones u otras, dependiendo del momento y el caso:

• Asesoría y preparación: la experiencia del letrado es clave a la hora de acompañar al ciudadano a lo largo de todo el proceso. Así, este se resolverá lo más rápido posible y sin escollos en el camino.

• Presentación de recursos y quejas: la Administración pública ofrece la herramienta del recurso cuando un expediente se retrasa más de lo habitual y de manera injusta. Esto se puede hacer tanto ante la Administración como ante el defensor del pueblo.

• Seguimiento del expediente: la propia experiencia del letrado y su contacto directo con las oficinas de extranjería le permiten hacer un seguimiento más directo de sus casos.

• Conocimiento de los plazos: conoce los plazos habituales y sabe cuándo se puede presionar más y cuándo es conveniente dejar que los funcionarios realicen su trabajo.